en urubamba
1. PRIMERAS FUNDACIONES
Los primeros Hermanos, luxemburgueses y franceses, llegaron al Perú procedentes de Ecuador, durante los meses de febrero y marzo del año 1922 por petición del presidente de la República Don Augusto B. Leguía. Durante estos primeros años los Hermanos del Perú dependían del Distrito de Ecuador. En nuestra patria fueron años marcados por un crecimiento de la conciencia política y fortalecimiento nacional. Se celebraba el primer centenario de la Independencia. El proceso político estuvo marcado por un sentimiento nacionalista que llevó al Tercer Militarismo. En ese ambiente los Hermanos iniciaron su labor educativa teniendo que sortear las dificultades de distancias, alturas y tiempos para mantener y realizar nuevas fundaciones. Entre ellas destacan el Colegio Seminario Santo Toribio (1922), Colegio La Salle (1926), ambos en Lima. En la ciudad de Arequipa, la Escuela Normal (1928), Colegio De La Salle (1931), Escuela Manuel Muñoz Najar (1933). Algunas de estas obras aún se mantienen.
2. DISTRITO PERÚ – BOLIVIA
La creación del Distrito Perú – Bolivia en el año 1939, da inicio a una segunda etapa caracterizada por la consolidación y el crecimiento de la obra lasallista. En esta etapa la Congregación de La Salle tuvo que ser lo suficientemente creativa para responder a las nuevas necesidades, donde los pobres van tomando el protagonismo. Es así que se fundaron las siguientes obras: Escuela de Pedagogía en Lima (1936), Hogar de menores en el Rímac (1938), Colegio San José – La Salle en el Cusco (1939), Escuela Normal Rural de Cajamarca (1942), Casa de Formación en Arequipa (1945), Colegio Técnico La Salle de San Jacinto en Ancash, Escuela Normal de Urubamba (1945) y la Escuela Normal de Abancay (1964). Cabe resaltar la importancia puesta desde entonces en la formación de los maestros.
II. INSTITUCIONES
En la actualidad la acción educativa lasallista de los Hermanos y colaboradores seglares en el Perú se expresa en la conducción y animación de una variada gama de obras educativas que revelan el dinamismo vigente de la Misión lasallista en el país.
Educación Superior: Cuatro Institutos Superiores Pedagógicos Públicos en Abancay, Urubamba, Requena e Iquitos y dos Tecnológicos uno en Urubamba y otro en Requena. Centro de Educación Técnico Productiva “Manos Unidas” de Requena – CETPRO (ex CEO).
Educación Básica Regular: Cuatro instituciones públicas ubicadas en Arequipa, Ventanilla-Callao, Urubamba y Abancay. Tres Colegios privados en Lima, Arequipa y Cusco. Un Colegio Parroquial Noé Zevallos en Lima y la recientemente creada Institución de Educación Especial en Abancay.
Otros Proyectos y Programas Educativos: Radio La Salle Rimarinacusunchis en el Valle Sagrado - Cusco, Casa de la Juventud de Arequipa, Casa de la Juventud para los jóvenes sin recursos de Iquitos, la Red Ambiental Loretana. Casa de retiros de Ñaña – Lima.
Empresas para el desarrollo de recursos educativos: La Editorial Bruño, Prisma editorial, ONG Tarpusunchis, Cerámica “Ciudad de Burgo” de Requena.
Además, como parte de las obras animadas por la familia lasallista hay que nombrar las obras promovidas por la Fraternidad Signum Fidei: “Manos de Dios” en Lima y “Signos de Fe” en Trujillo. Las obras de la Unión de Catequistas de Jesús Crucificado y María Inmaculada que son: Colonia Climática Pío XII, Casa de la caridad de artes y oficios, Escuela de formación catequética. Y finalmente las Hermanas Guadalupanas de La Salle que cuentan con casas de formación y apoyan obras educativas en Lima. A estas obras se suma el aporte de los jóvenes Hermanos en formación que se encuentran en casas de formación de Lima, Costa Rica y Colombia.
A través de esta diversidad de obras, La Salle en el Perú renueva la respuesta que Juan Bautista de La Salle dio a la Providencia de Dios, para alcanzar la salvación a los niños y jóvenes por medio de la Educación.
III. PROYECCIÓN
En los próximos años La Salle en el Perú se propone ser:
Una Comunidad Distrital, fruto de la Asociación de Hermanos, Hermanas, Sacerdotes y Seglares, signo de evangelización por la educación a los pobres, comprometida con la formación humana y cristiana de niños, jóvenes y adultos; con una propuesta educativa abierta a todos, dinámica, creativa, innovadora y transformadora, que se ofrece en una red de obras educativas a nivel nacional dirigidas por equipos de docentes formados en el espíritu lasallista, que contribuye al fortalecimiento de la Iglesia y responde a los retos de nuestra realidad fragmentada social, económica y culturalmente para mejorar la calidad de vida de la sociedad.
5. EDUCACIÓN QUE RESPONDE A LOS INDIVIDUOS Y SUS CONTEXTOS
La educación lasallista es personalizada y contextualizada, es decir se reinventa a partir de la diversidad de realidades donde se inserta y responde a las diferentes características personales de los estudiantes. Esta atención a la diversidad es el modo de hacer efectiva la mirada de fe sobre cada educando y sus potencialidades. Esto llevó a los primeros Hermanos a tener registros pormenorizados de cada uno de sus estudiantes y a idear métodos educativos que respondan a los diferentes ritmos de aprendizaje. No se trata de una educación individualista pues esta mirada diferenciada se articula con el sentido social que se trata de formar